El Parque Agrícola Emma Prusch, con su entorno natural y vida rural, es un tesoro único para el Este de San José. Durante 40 años, ha brindado a nuestra comunidad un espacio de conexión con la tierra, donde los niños aprenden sobre la vida agrícola rodeados de gallinas, jardines y campos abiertos.

Sin embargo, la falta de inversión y apoyo adecuado para mantener este parque ha generado una situación que afecta no solo al parque en sí, sino también al legado de Emma Prusch y a quienes han dedicado su vida a su preservación.

La Fundación del Parque Emma Prusch ha sido el pilar de este lugar, asegurándose de que se respeten los deseos originales de Prusch, quien entregó la tierra con el sueño de un espacio agrícola para la ciudad.

Es momento de apoyar la preservación de este parque y pedir mayor inversión para su mantenimiento, dijo Sharon McCray, presidenta de la Fundación Emma Prusch Farm Park. ”El Este de San José merece un espacio verde bien cuidado, donde niños y familias sigan disfrutando de la naturaleza y aprendan sobre la vida en la granja”, refiere.

FALTA INVERSION

McCray asegura que el Departamento de Parques de San José tiene un retraso en infraestructura de más de $554 millones, lo cual afecta especialmente a los parques en áreas como del Este de San José. Esto sugiere que la falta de fondos y recursos ha llevado a priorizar otros proyectos, dejando al Parque Emma Prusch sin el respaldo adecuado.

Asimismo, los responsables del parque, alertaron inconsistente en la distribución de fondos, considerando que en el parque se generan fondos específicos, como los $130,000 anuales de una estación de servicio cercana, la fundación afirma que gran parte de este dinero se ha gastado en consultorías, beneficios y otros costos en lugar de destinarse directamente al mantenimiento y mejoras del parque.

TENSIONES Y DUDAS

La ciudad y la Fundación del Parque Emma Prusch tienen diferentes visiones sobre la administración y uso del parque. La fundación sostiene que el parque debe conservarse como un espacio agrícola comunitario, con animales y programas educativos en un entorno rural, pero el departamento de parques parece enfocarse más en modernizar y desarrollar el parque como un espacio de recreación urbana.

Esto ha generado desacuerdos que dificultan el trabajo conjunto por la falta de claridad en la distribución de fondos y el incumplimiento de los acuerdos iniciales que ha llevado a la fundación a solicitar auditorías para entender dónde se destina el dinero.

“La ciudad ha respondido de forma limitada y, en vez de resolver estos problemas, ha ordenado a la fundación desalojar el parque, lo que agrava la percepción de una falta de transparencia”, señaló la presidenta de la fundación.