La ley «Fallar en Proteger» busca resguardar a los niños en contextos de violencia doméstica, pero plantea un dilema para los trabajadores sociales: separarlos de su familia o exponerlos a un entorno dañino. Expertos en salud mental analizan el impacto emocional de ambas opciones, el rol de los servicios sociales y la importancia de la educación para prevenir la violencia.