En una pequeña sala de Japantown, la señora Harumi Tanaka, de 82 años, ajusta sus audífonos mientras espera el inicio de su clase semanal de caligrafía japonesa. Desde que perdió a su esposo durante la pandemia, asistir al centro comunitario Yu-Ai Kai se ha convertido en su única conexión regular con otras personas.
“Este lugar me da una razón para levantarme cada mañana,” dice con una sonrisa tímida. “Aquí me siento viva”.
Pero ese refugio emocional y social podría desaparecer pronto.
El Programa de Subvenciones para la Salud y el Bienestar de las Personas Mayores de la ciudad de San José, que financia a organizaciones sin fines de lucro como Yu-Ai Kai y otras que atienden a adultos mayores vulnerables, está a punto de ser eliminado debido a un recorte presupuestario de $526,434. Esta decisión forma parte de los esfuerzos de la ciudad por reducir un déficit de $36 millones para el año fiscal 2025-2026.
UN GOLPE A LOS MAS VULNERABLES
“No solo hablamos de que los adultos mayores vivan, sino de que prosperen”, afirmó Jennifer Masuda, directora ejecutiva de Yu-Ai Kai. “Eliminar estos fondos es cortar el hilo que los mantiene conectados con el mundo”.
El recorte afectará a decenas de organizaciones que brindan servicios esenciales, como clases de salud mental, asistencia alimentaria, apoyo a cuidadores, talleres de prevención de caídas, y orientación legal.
“Evitamos mucho aislamiento social”, agregó Tanya Payyappilly, directora de Breathe California, que ofrece programas para adultos mayores con enfermedades pulmonares. “Quitar estos fondos no es eficiencia, es negligencia”.
IMPACTO EN LA COMUNIDAD
Michelle Schroeder, abogada de Servicios Legales para Adultos Mayores, confirmó que su organización cerrará cuatro de sus nueve centros de asistencia legal para personas mayores si se aprueban los recortes.
“Esto no es una cifra más en una hoja de Excel. Son vidas, son derechos que se pierden”, enfatizó Schroeder, quien relató el caso reciente de una adulta mayor estafada por su casero. “Sin este programa, ella nunca habría recibido ayuda”.
El testimonio de Kylie Clark, gerente del Consejo de Organizaciones sin Fines de Lucro de Silicon Valley, fue claro: “Estas subvenciones no son opcionales. Son el sostén financiero de muchas organizaciones. Eliminarlas de golpe, sin aviso, es un error estratégico y ético”.
ENVEJECER SIN RESPALDO
El envejecimiento de la población es una tendencia clara. Según el Índice Silicon Valley 2025, la población mayor de 65 años ha crecido un 28% desde 2013. Y en 2030, los baby boomers superarán en número a los niños en Estados Unidos.
Esto preocupa a expertos como Masuda, quien advierte sobre una “crisis silenciosa” que se avecina: menos jóvenes, más adultos mayores, y menos apoyo público.
“Habrá menos cuidadores, menos trabajadores sociales, menos personal médico. Y si ahora recortamos programas, ¿qué quedará en diez años?”.
TESTIMONIO REAL
Para Harumi y cientos de adultos mayores como ella, estos recortes no son solo administrativos. Son un mensaje.
“Siento que nos están olvidando”, dice mientras guarda su pincel de caligrafía con cuidado. “Ya trabajamos, ya criamos hijos, ya servimos al país. ¿Ahora nos cierran las puertas?”
El Concejo Municipal de San José tiene hasta septiembre para definir si el programa podrá rescatarse con una fuente alternativa de financiamiento o si su eliminación será definitiva. La comunidad espera, con incertidumbre, una respuesta.