California refuerza la confianza en el voto antes de la elección especial del 4 de noviembre
Por Javier Alvarado, La Movida Magazine
En los tiempos actuales donde se ve amenazada la confianza pública, la secretaria de estado Shirley N. Weber nos recuerda que la democracia es una práctica cotidiana, no un evento esporádico,y que el próximo 4 de noviembre, cada californiano tendrá la oportunidad trascendental de marcar una boleta y hacer oír su voz.
POR QUÉ ESTA ELECCIÓN IMPORTA
En un año marcado por la desconfianza hacia las instituciones electorales en varios estados del país, California se prepara para una elección especial el 4 de noviembre de 2025. Aunque a menudo estos comicios intermedios no despiertan la misma atención que una elección general, la secretaria de Estado Dra. Shirley N. Weber recordó recientemente en una conferencia virtual, que “toda elección tiene consecuencias”.
Su mensaje fue claro: votar no es solo un acto administrativo, sino un ejercicio de dignidad, memoria y poder ciudadano.
CONFERENCIA CON MEDIOS ETNICOS
En la conferencia dirigida a medios étnicos y comunitarios, Weber se centró en informar sobre la seguridad del voto, la actualización del registro electoral y las múltiples formas de participación disponibles para los californianos. La secretaria de Estado insistió en el lema de su oficina: “Más días y más maneras” para votar —11 días de votación y diversas modalidades: por correo, en persona o mediante los buzones seguros distribuidos por todo el estado.
Más allá de los aspectos técnicos, la exposición de Weber se transformó en una lección de civismo y memoria histórica. La funcionaria compartió la historia de su propia familia, marcada por las restricciones al voto en el sur segregado de Estados Unidos. “Mis padres nunca pudieron votar en Arkansas; mi padre recién se registró en sus treinta años, cuando llegamos a California”, recordó. Esa herencia de exclusión se convirtió en el motor de su compromiso público: hacer del voto un derecho accesible y protegido para todos.
ACCESO, CONFIANZA Y RESPONSABILIDAD
Durante casi una hora, la secretaria explicó con detalle los procedimientos de votación y los esfuerzos del estado para garantizar elecciones seguras, transparentes y equitativas. Entre los puntos más relevantes de su exposición destacan:
- Registro y voto el mismo día:
Aunque el plazo formal de registro cerró el 20 de octubre, Weber subrayó que los californianos aún pueden registrarse y votar el mismo día de la elección mediante una boleta provisional, la cual se verifica antes de ser contada. - Seguridad de las boletas:
Respondiendo a rumores en redes sociales, explicó el propósito de los agujeros en los sobres de votación —no son para “espiar” los votos, sino una herramienta de accesibilidad para personas con discapacidad visual. - Voto por correo confiable:
Weber recomendó enviar las boletas con anticipación y, si se depositan el mismo día de los comicios, hacerlo dentro de las oficinas postales para garantizar su sello y validez. - Asistencia al votante:
Reiteró que los votantes tienen derecho a recibir ayuda de familiares o amigos, pero no de empleadores ni representantes sindicales, para evitar cualquier coerción. - Derechos lingüísticos y observación electoral:
California ofrece boletas en nueve idiomas adicionales al inglés y mantiene una política de observación ciudadana en los centros de conteo, siempre dentro de los límites de seguridad. - Coordinación interinstitucional:
Su oficina trabaja con el fiscal general del Estado, el Servicio Postal y agencias locales para prevenir fraudes y sancionar cualquier intento de intimidación o manipulación electoral.
DEFENDIENDO LA JUSTICIA SOCIAL
La Dra. Shirley Nash Weber no es una figura nueva en la política californiana, pero sí una de las más representativas del esfuerzo por democratizar el acceso al poder. Nacida en Hope, Arkansas, durante la era Jim Crow, fue hija de aparceros que huyeron de amenazas de linchamiento antes de poder ejercer el voto.
Obtuvo sus tres grados universitarios en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), completando su doctorado a los 26 años. A los 23 ya era profesora en la Universidad Estatal de San Diego (SDSU), donde enseñó durante cuatro décadas y dirigió el Departamento de Estudios Africanos.
Antes de su designación como secretaria de Estado —la primera afroamericana en ocupar ese cargo— Weber fue legisladora en la Asamblea estatal por el Distrito 79, presidió el Comité de Presupuesto y lideró el Caucus Legislativo Negro de California entre 2018 y 2020. Sus iniciativas abarcaron desde la reforma educativa hasta la rendición de cuentas policial y la reparación histórica de comunidades afectadas por la discriminación.
Más allá de su carrera pública, la trayectoria de Weber combina rigor académico, sensibilidad social y una convicción persistente: “la justicia comienza cuando todos pueden participar”.
EL PRIVILEGIO DEL VOTO
Lo más poderoso del encuentro con los medios de comunicación no fueron las cifras, sino las emociones que Weber imprimió en sus palabras. En un momento, al describir cómo su familia valoraba el derecho al voto, su voz se quebró ligeramente: “Somos una familia de segunda generación de votantes. Para nosotros, tener voz es un privilegio que mis abuelos jamás conocieron”.
Con ese testimonio, Weber conectó el presente de la democracia californiana con la historia de las luchas por los derechos civiles. Su relato personal recordó que cada boleta emitida representa generaciones de esfuerzo y resistencia.
¿COMO DEFENDER EL VOTO?
La funcionaria de estado resolvió algunas interrogantes que reflejan las inquietudes de las comunidades locales. Estas fueron algunas de las más relevantes:
- ¿Qué sucede si un votante se muda, pero aún posee su antigua boleta?
Weber respondió que puede usarla, aunque solo será válida para las elecciones correspondientes a su antiguo domicilio. - ¿Cómo motivar a la comunidad latina y otras minorías a participar en una elección especial?
“Nunca hay elecciones pequeñas”, replicó Weber. “Cada elección afecta nuestras vidas. No podemos darnos el lujo de dejar que otros decidan por nosotros”. - ¿Está preparada su oficina para enfrentar impugnaciones o litigios sobre el conteo de votos?
La secretaria confirmó que trabajan coordinadamente con el fiscal general y que existen protocolos ante posibles desafíos. “Siempre estamos preparados”, afirmó. “He perdido la cuenta de las demandas con mi nombre, pero defender el voto es parte de mi trabajo”. - ¿Qué hace el Estado frente a la desinformación?
Weber destacó la labor de comunicación directa con los votantes y la colaboración con los medios étnicos, a quienes calificó de “mensajeros de confianza”. - ¿Cómo proteger el voto por correo en zonas rurales o de difícil acceso?
Reiteró la necesidad de depositar los sobres con antelación y utilizar los buzones oficiales o sellos postales para evitar retrasos.
LA DESINFORMACIÓN Y EL MIEDO
En tiempos donde proliferan teorías conspirativas sobre el fraude electoral, Weber ha asumido una cruzada contra el miedo. En tono firme pero pedagógico, desmintió falsedades, desde los supuestos “agujeros espías” en los sobres hasta rumores de votos robados.
Contó, por ejemplo, el caso reciente de 80 boletas robadas en Sacramento que fueron recuperadas e invalidadas, garantizando la emisión de nuevas boletas a los afectados. “Eso demuestra que nuestro sistema funciona”, subrayó.
Su estilo comunicativo combina autoridad técnica y empatía ciudadana, ratificando su filosofía de trabajo. “No voy a reorganizar mi vida por quienes mienten todo el tiempo. Nuestro trabajo es proteger la verdad y el voto”, dijo.

RED CONFIABLE: MEDIOS DE COMUNCACIÓN
Shirley Weber, también fue enfática en señalar que la relación del Estado con los medios locales y étnicos, aseguran una red más confiable de información cívica.
En un entorno de diversidad lingüística y cultural como el californiano, estos medios cumplen una función vital: traducir la democracia a los idiomas y contextos de sus comunidades. Weber los exhortó a compartir la información sobre las opciones de voto y a contrarrestar rumores con datos verificables.
“Ustedes son los mensajeros de confianza de sus barrios”, les dijo. “Cuando la gente escucha su voz, confía. Y esa confianza es el corazón de la democracia”.
UN ACTO DE FE CÍVICA
El llamado de Weber trasciende la coyuntura de una elección especial. Su mensaje apela a la reconstrucción de la fe en la participación colectiva. En tiempos donde la apatía electoral se confunde con escepticismo político, su discurso rescata el sentido de comunidad.
“Hay quienes esperan que no votemos”, advirtió. “Pero cada vez que depositamos una boleta, les recordamos que seguimos aquí, que seguimos decidiendo”.
El mensaje de Weber, muestra una visión de justicia democrática que conecta la experiencia afroamericana con la diversidad contemporánea de California: latinos, asiáticos, migrantes, personas mayores, jóvenes y ciudadanos de primera generación.
Weber en todo momento de su alocución se mostró defensora del derecho al voto como fundamento moral y emocional de la ciudadanía. Inspirada desde la historia de sus padres, privados del voto en Arkansas, hasta su labor como la primera secretaria de Estado afroamericana en California, su mensaje resuena como advertencia y esperanza:
“No hay votos pequeños, ni elecciones sin importancia. Cada una de ellas define el país que seremos”.
De cara al 4 de noviembre, su exhortación es más que una instrucción administrativa: es una invitación a honrar la memoria democrática y ejercer el poder ciudadano con orgullo y responsabilidad.
