El condado de Santa Clara ofrece atención médica, apoyo legal, vivienda y acompañamiento a quienes dieron todo por su país y muchas veces regresaron con heridas invisibles. La jornada “Stand Down” busca devolverles dignidad, comunidad y un lugar donde sentirse en casa.
En el bullicio del recinto ferial del condado de Santa Clara, lo que más se respira estos días no es solo el olor a comida caliente o el sonido de los cepillos de peluquería. Es el aire cálido de la gratitud. Decenas de voluntarios, médicos, abogados y trabajadores sociales se reúnen en el evento “Stand Down”, una jornada anual que ofrece servicios gratuitos de salud, vivienda, empleo y apoyo emocional a los veteranos y sus familias.
Durante tres días, los hombres y mujeres que alguna vez sirvieron en las fuerzas armadas —y que hoy enfrentan problemas económicos, de salud o soledad— encuentran aquí un espacio donde son escuchados y cuidados. “Sea cual sea su situación, los recibimos con los brazos abiertos”, afirma Darlyn Escalante, directora de la Oficina de Servicios para Veteranos del condado. “Este evento es una forma de recordarles que nunca los hemos olvidado. Han dado tanto por nosotros, y es nuestro deber acompañarlos en su regreso a la vida civil”.
El “Stand Down”, inspirado en los programas creados tras la Guerra de Vietnam, ofrece desde revisiones médicas y dentales hasta asistencia legal, ropa, alimentos y cortes de cabello gratuitos. Incluso el transporte es sin costo, gracias a la colaboración del VTA, para asegurar que ningún veterano se quede atrás.
Para el teniente coronel retirado Steve Fondacaro, hoy funcionario del condado, el valor del evento va más allá de los servicios: “Aquí los veteranos se reconocen entre sí. Se entienden sin necesidad de palabras. Pueden acceder a miles de dólares en atención dental o médica, pero lo más importante es el sentido de comunidad que se crea”.
El condado ha logrado importantes avances: en 2020 alcanzó el nivel de ‘cero funcional’ en veteranía sin hogar, lo que significa que más personas están encontrando vivienda que cayendo en la calle. Desde entonces, casi 3,000 veteranos han sido reubicados en hogares seguros.
La jornada también toca el corazón de los voluntarios. Liz y Larry Dietz, matrimonio veterano de servicio, ella enfermera de la Cruz Roja y él teniente en Bosnia, ofrecen su tiempo año tras año. “Aquí hay respeto, cariño y reconocimiento”, dice Larry. “Cada corte de cabello, cada plato de comida es una forma de decir: gracias por servir”.
En tiempos donde las heridas de guerra no siempre se ven, Santa Clara demuestra que la solidaridad puede sanar. El “Stand Down” no es solo un evento: es una promesa cumplida de que ningún veterano quedará olvidado.
