Tras años de abandono, Santa Clara empieza a enfrentar su rezago en infraestructura con una inversión inicial de $100 millones, provenientes de Measure I, el bono de $400 millones aprobado por votantes en 2023.

El dinero financiará reemplazos por $22.2 millones en el George F. Haines International Swim Center, $16 millones en repavimentación de calles, $12.2 millones en reparaciones de servicios de emergencia y $16.6 millones en drenajes pluviales, entre otros proyectos.

La concejal Karen Hardy respaldó la medida, recordando que varias estaciones de bomberos están obsoletas. “Otros concejos patearon la lata por demasiado tiempo. No podemos enterrar la cabeza en la arena y fingir que no se necesita hacer, porque sí se necesita”, dijo.

La reapertura del Swim Center, cerrado en 2024 por fallas de seguridad, será uno de los proyectos más visibles. Para la comunidad acuática, la noticia es esperada. Amanda Pease, presidenta del Santa Clara Swim Club, celebró el anuncio: “Hemos hecho que funcione, pero nos ha pasado factura. Nos falta ese lugar de unión donde todos los niveles convivan y construyan comunidad”.

La primera fase también contempla $5 millones en mejoras de accesibilidad y $4.3 millones en la remodelación del parque infantil Henry Schmidt.

Pero persisten dudas. El déficit de infraestructura asciende a $624 millones, y el bono no lo cubrirá por completo. El concejal Kevin Park advirtió: “Estoy contento con estos proyectos, pero debemos encontrar la manera de atender el resto de las necesidades sin depender de otro bono como este”.

Con un horizonte de 30 años para saldar la deuda del bono, Santa Clara enfrenta un reto: que esta inversión inicial sea el punto de partida de un plan sostenido, y no solo un alivio temporal.