A los 32 años de edad, Gypsy Rose Blanchard está dando comienzo a una nueva etapa de su vida. Vivir en libertad es su mayor recompensa. Desde temprana edad, Gypsy estuvo prisionera del exceso de amor de su madre, quien llegó al extremo de inventarle enfermedades para retenerla a su lado.

En el 2016, a los 24 años, fue condenada a diez años de prisión por el asesinato de su madre, Clauddine “Dee Dee” Blanchard. Al concluir el año 2023, Gypsy salió oficialmente del Centro Correccional de Chillicothe, Missouri, después de cumplir el 85 por ciento de su sentencia.

Para celebrar su renacer a una nueva vida, optó por compartir una fotografía en libertad a través de las redes sociales. Esta conmovedora y fascinante historia será publicada el 9 de enero a través de un libro digital “Conversaciones en vísperas de la libertad”.

DE ASESINA A VÍCTIMA

El caso ganó notoriedad inicialmente cuando la madre de Gypsy fue encontrada apuñalada en su casa en Springfield, Missouri, en junio de 2015. Inicialmente, se presentó como el caso de una joven que planeaba matar a su madre. Sin embargo, la historia se complicó cuando se descubrió que Dee Dee había estado mintiendo sobre las condiciones médicas de su hija.

Gypsy afirmó que su madre inventó enfermedades, como leucemia y distrofia muscular, entre otras, lo que llevó a una situación en la que Gypsy creía falsamente que estaba gravemente enferma. Este contexto de engaño y manipulación contribuyó al desarrollo del caso.

En un análisis del complejo caso se pone de manifiesto los factores psicológicos y la dinámica de abuso que influyeron en las acciones de Gypsy. Por un lado, la hipótesis de que Dee Dee padecía el síndrome de Munchausen por poder, ahora denominado trastorno facticio impuesto a otro. Este trastorno se manifiesta cuando un cuidador, en este caso la madre, falsifica problemas de salud en la persona bajo su cuidado, generalmente su hijo.

A lo largo de los años, Gypsy fue víctima de abuso físico y psicológico, sometida a cirugías y pruebas médicas innecesarias como parte del engaño de su madre. La acumulación de este abuso y manipulación llevó a Gypsy a desarrollar el deseo de liberarse de su madre, culminando en un plan para asesinarla.

Para llevar a cabo este acto, Gypsy utilizó el dinero robado a su madre para comprar un boleto de autobús para Nicholas Godejohn, un hombre que conoció en una plataforma de citas en línea. Godejohn se convirtió en cómplice en la ejecución del asesinato de Dee Dee.

Después de que Nicholas Godejohn apuñalara fatalmente a Dee Dee, él y Gypsy viajaron a la casa de él en Wisconsin, donde fueron localizados días después y arrestados.

EL JUICIO

Los juicios de Gypsy Rose Blanchard y Nicholas Godejohn captaron la atención nacional debido a las circunstancias extraordinarias que rodearon el asesinato. Durante el juicio, Gypsy alegó que la única forma de escapar del abuso constante de su madre era a través del asesinato, pero argumentó que ella misma era incapaz de cometer el acto por ser demasiado “aprensiva”.

El caso provocó discrepancias entre los mismos fiscales añadiendo una capa de complejidad al caso, la idea del asesinato provenía de Gypsy, mientras Godejohn fue quien lo llevó a cabo.

Finalmente, Nicholas Godejohn fue declarado culpable de asesinato en primer grado en noviembre de 2018 y sentenciado a cadena perpetua. Mientras Gypsy fue culpable de asesinato en segundo grado en 2016 y recibió una condena de diez años, la pena mínima por ese delito.